A mi me gusta la celebración celta, osea, el verdadero origen de Halloween. Ese día no me disfrazo ni nada, pero sí que trato de ver alguna peli de miedo o alguna tipica como “Sleepy Hollow” o “Pesadilla antes de Navidad”.
Una vez tuve niños en casa y ese día lo pasé yo mejo que ellos: inflamos globos naranjas y les pintamos caras como si fueran calabazas, pusimos telarañas en las esquinas y recortamos arañas para pegarlas en las ventanas. Para comer? Puré de calabaza y “fantasmas” de puré de patata. Y cuando cayó la noche vimos “Hocus pocus”.